Tras un largo enfrentamiento entre dos grandes equipos, llegó mi momento más ansiado, ese en el que nuestro corazón se vuelve a cien por hora; cómo un molesto sonido avisándote de que tienes un mensaje o simplemente el sonido de las teclas puede hacerte tan feliz. Sí, efectivamente era él, sus palabras tan bonitas, su forma de escribirlas, no podía bajarme de mi nube, pero tengo entendido que todo lo bueno se acaba y eso era lo que yo no quería que me sucediese a mí.
No hay comentarios:
Publicar un comentario